La verdad es que a estas horas la ciudad se encuentra en silencio.
Aunque bueno, deteniendome un momento a observar lo que a mi alrededor acontece...
De fondo aprecio el sonido del ascensor que se dedica a bajar a gente que tiene que enfrentarse a un largo día de trabajo.
Oigo persianas que se abren, con la intención de dar color a los hogares.
Seguramente ya hay unos cuantos coches circulando a éstas horas por la ciudad,
pero ese sonido no lo puedo captar desde mi cuarto.
La proximidad de mi casa a la via me hace escuchar un estruendoso sonido cada vez que circula un tren por Logroño, pero este estrepitoso eco es algo que nunca me ha incomodado, me resulta familiar, es como un susurro que me dice "tranquila Sara, estás en casa".
No hay ruido más molesto, a mi parecer, que el TIC-TAC de un reloj, es de las pocas cosas en este mundo capaz de ponerme realmente nerviosa (esto suena a lo que podría llamar sindrome de hook).
Gran parte de la ciudad aun no ha amanecido, y yo aqui sigo, sin haberme dormido siquiera.
En menos de una hora mi despertador sonará,
puede resultar extraño, pero sobre mi mesilla se encuentra uno de esos molestos relojes que no paran de incordiarme con su tormentoso ruido.
(Quizás así supere una de mis mayores manías).
En estos instante me encuentro escuchando música, es la cosa más maravillosa del mundo, lo que las canciones trasmiten no se puede reflejar de ninguna otra forma.
Acabo de escuchar una puerta que se abría, debe ser Alba, que se acaba de despertar (creo que luego tiene examen).
Pensandolo bien, la ciudad no está tan silenciosa,
y esto me encanta.
lunes, 7 de junio de 2010
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3 comentarios:
aiins boyo!! sii te dedicaras a dormir y escribieras por el diia! :P
pero weno de todas maneras , me gusta me gusta.
muuuuá!
buff, es k por el dia ando super poko inspirado, por lo k m saldrían cosas aun peores... XD
oh! I like it... Casi sinto que estaba eu aí, na túa habita.
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