viernes, 25 de junio de 2010

ESCALERAS

·Y si fuera mi vida una escalera, me la he pasado entera buscando el siguiente escalón·

No temo ir sola por la calle a altas horas de la mañana,
ni me da miedo la oscuridad.
No huyo cuando veo una abispa,
ni grito al cruzarme con arañas.
Gracias a ciertas personas, no me preocupa la soledad,
ni le tengo pánico a las agujas.Y así podría continuar con una larga lista de cosas a las que mucha gente le suele tener "respeto",
pero que para mi no son para nada relevantes.
Y direis, " Sara, ¿no hay nada que te de pavor?"
Por raro que parezca,
lo único que realmente me asustaba eran aquellas escaleras.
Cada vez que entro en mi portal no puedo dejar de observarlas hasta que se abren las puertas del ascensor.
La angustia que sentía al verlas no era comparable a ninguna fobia.
Aunque hay otras ocasiones, por extraño que esto suene, en las que observar esa escalinata me hace mostrar en mi rostro una risueña sonrisa.
Que extraña es la mente humana, que ante una misma situación, en un momento puedes sentir un malestar enorme, y en otro una felicidad asombrosa.
Antes no le daba importancia a esa zona del portal, y ahora es una visita obligada para mi vista.
Y me hace pensar mucho, y plantearme diversas cuestiones.
Ahora ya puedo decir que me gustan esas escaleras,
o como suelo decir " Nos cae bien" :)


Los recuerdos pueden dar más miedo que las cosas que puedan llegar a suceder.

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