Podría sentarme durante horas a observar como cae el agua poco a poco. Es algo que me relaja muchísimo, y me trasmite una felicidad difícil de explicar.
Caminar largos caminos bajo la lluvia me hace sentirme bien conmigo misma, y en armonía con el Mundo.
Odio los paraguas. Antes pensaba que solo era por lo incomodos que resultan. Pero me he dado cuenta de que es por que no permiten que el agua se ponga en contacto conmigo.
En ocasiones, cuando el Universo me supera, lo único que me apetece hacer, es ir a un sitio alejado y correr y gritar bajo la lluvia, o pararme de repente en ese momento y mirar hacia arriba mientras orvalla.
Me encanta nadar mientras está lloviendo, precisamente ese agua que cae, es la cantidad exacta que le falta al mar en ese instante.
También veo en los aguaceros un rasgo romantiquerrimo. (Quizás esta connotación la haya recibido de la industria cinematográfica)
Desde pequeñita he podido apreciar la importancia que tiene el agua para todo, observaba como mi padre andaba pendiente de si llovía o no, y como esto podía beneficiar o perjudicar a las viñas. Y esto a nuestras vidas durante los años que seguían a aquellas cosechas.
Por otro lado he aprendido a querer a la lluvia por parte de mi madre, gracias a ·miña terra galega, onde o ceo é sempre gris·, tierra donde las precipitaciones están muy presentes (no tanto como la gente dice, pero si en muchas ocasiones), tierra donde la lluvia recibe más nombres incluso que los hijos de las infantas.
Puede que no le deis tanta importancia como yo al hecho de ver llover, o que incluso veais este agua como un enemigo el cual arremete contra nosotros.
Solo pido que lo intenteis, que trateis de ver de todo esto algo maravilloso, algo incluso fantástico y mágico, por que creerme, lo es.
·El agua es vida·
1 comentario:
A mi también me gusta la lluvia , no se si tanto como a ti , pero me gusta , y algo que tambien me gusta son tus textos :)
un besazo boyoo , muuuá!
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