Allí estaba yo, encontrándome a mi misma, pero tan
perdida como siempre, lejos de los míos, haciendo míos a los otros. Y así, de
la noche a la mañana, apareció un nuevo ser en mi vida, y es que así es ella,
de esas que dan todo al resto, sin esperar nada a cambio. Fijaros si ofrece
todo, que hasta me dio al mayor de sus hijos en bandeja. Pero es que así es
esta madre, madre de poco, madre de todo, mi madre por algún mes. Seré su hija
para siempre. Aunque aquello no cuajó, él no estuvo a la altura, pero es que
ellos nunca lo están, aunque bueno, esto es otro tema. Enseñó a su pequeña a
quererme, con el grande lo intentó, y me quiso, pero para escasas horas. Ella
da y no recibe, y se va hundiendo poco a poco. Psicoanalista de
pirados, loca como la que más. Tan joven como yo, tan adulta como una madre,
pero es que la vida es lo que tiene, que llega de repente, cuando menos te lo
esperas. Crees estar más viva que nunca, pero la veo morir día a día. No sé si
por miedo, o por incapacidad de ver lo nuevo. Rodeada siempre de gente increible
se niega a recibir consejos de los que día tras día dedica a aconsejar.
Desconfiada en cada segundo, entregada a cada instante. Es ella, es mujer, pero
ante todo es madre, madre de los suyos, madre del resto, en ocasiones mi madre,
siempre que la necesito.
viernes, 19 de julio de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Yo soy padre...y sigo dando gracias todos los dias..un beso desde Murcia...
Publicar un comentario