Muchas veces hemos oido eso de que "la esperanza es lo último que se pierde", y sí, ciertamente suena super lindo, pero..."el que espera, desespera", y tras estar esperando durante mucho tiempo, al seguir con esa esperanza, luego la caida es más grande, y cuesta más retroceder. Pueden ser muchos los planes creados entorno a esa esperanza, y muchas las oportunidades rechazadas por seguir esperando. Y el día en que las cosas no salen como esperabas... te hundes.
La opción más sensata sería armarte de valor y seguir adelante. Pero francamente, en el momento solo te apetece llorar, por todo, por lo que no fue y pudo haber sido, y por lo que fue y no debería haber ocurrido. También lloras por lo que ya no va a ser, y por lo bonito que podría haber sido.
Pero sobre todo y por encima de cualquier cosa, lloras porque si te sientes así es solo por tu culpa, porque fuiste tú quien decidiste seguir con esa esperanza, quien decidió rechazar ciertas cosas por seguir esperando, porque tú tomaste todas esas decisiones, y eso que nada dependía de ti.
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