MAÑANA DE REYES

Solamente conozco una sensación igual, o tal vez mejor que aquella que sentía con 5 años la mañana de Reyes, y ésta es, hacer realidad tus sueños. Cuando después de tanto trabajo, ves florecer aquel fruto que tanto hemos mimado durante días, semanas, meses, o incluso años... se nos crea una sonrisa en la cara inexplicable, una sensación en el estómago que no la crea ni la más bonita historia de Amor.

De pronto, tras mucho esfuerzo, tienes ante ti algo que es solo tuyo, que tal vez ilusione a muchos, pero que nadie lo va a sentir y disfrutar tanto como tú. Es algo tan formidable que ni tú mismo lo crees, por muchas horas que hayas dedicado a que esa fantasía se hiciese realidad. La amas, la mimas (y a veces hasta llegas a odiarla), tanto como si formase parte de tu ser, como si se tratase de una prolongación de tu cuerpo. 

Por lo cual, os insisto una vez más, si tenéis un sueño, seguidlo, por imposible que parezca, por más que los demás te aseguren que no podrás hacerlo, aunque lo hayas intentado ya con anterioridad. Sigue tus pasiones, sé realista, pero no dejes de soñar...

Si todos tratásemos de hacer esto siempre, el Mundo que conocemos, dejaría de ser precisamente eso, el Mundo que conocemos.