De naturaleza viciosa, no comprende cuando se mira por dentro y entiende que ha dejado de desear.
Siempre se juró a ella misma que jamás se cansaría de ello, que sería capaz de agotar a cualquiera, pero que ella nunca se cansaría. Y de hecho aún no he conocido el día en que lo hiciera.
Pero el tiempo, la gente y la monotonía han logrado que, muy lejos de caer rendida, ella llegara a aburrirse. Tal vez por la facilidad que tenía de conseguirlo, o por la rutina que se había creado. Contaba siempre con sus fijos, pero todos le regalaban un mínimo de misterio y factor sorpresa, algo que a ella siempre le había gustado. Que sí, que no le era para nada difícil de conseguir en ninguno de esos caso, pero siempre aparecían en momentos inesperados y a veces más que oportunos y necesarios. Y ahora, que tras tanto tiempo, por fin consigue algo con lo que nunca hubiera ni fantaseado, decide pararlo en el momento que es más que fantástico.
¿Qué te pasa bobita? A ver si te aclaras un poquito (o algo...)
2 comentarios:
Me encanta que la gente hable claro y alto! Muy bien dicho! <3
Peque! te leo alborotada....
Ya de vuelta a Portugal?
Besos
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