PATAS ARRIBA

Pues hoy volveré a actualizar con un texto escrito por una amiga, la misma que hace un par de semanas escribió otro texto con el que actualicé (making off). La verdad es que escribe como los ángeles, y a pesar de que este texto es muy metafórico y enrevesado, trasmite a la perfección lo que quiere decir.

Como ya es la segunda vez que pongo un texto suyo, le he pedido que se busque un seudónimo, y así ha hecho. 

Un aplauso para la niña imantada :)

En aquel lugar, todo estaba como ellos lo habían dejado. Con más paredes oscuras que blancas. Y demasiados parches. Pero en orden.

Algunos días, uno de ellos (bueno, dos para ser exactos) se acercaban a hacerle una visita.  

Solía ser por la noche, o en días de lluvia. Aprovechaban para dar alguna que otra patada a los muebles, que a duras penas se tenían en pie.

La mayoría de las veces, sin embargo, se dedicaban a remendar los destrozos que con sus propias manos habían causado. Entonces, por un instante ese espacio abandonado parecía recobrar la vida.

Así fueron pasando las semanas, los meses, los años. Hasta que un día de otoño, con nocturnidad pero sin alevosía, llegó él.

Caminaba un poco despistado, como si hubiese perdido el rumbo, pero por algún extraordinario motivo, que aún se desconoce, ese lugar atrajo poderosamente su atención.

Se acercaba por allí con frecuencia. Tanto buscaba la perfección, que movía todo de un lado para otro, creando un enorme caos.

No tenía claro cómo ni por qué pero, en el fondo, él sabía que tarde o temprano, aquél sería su hogar. 

(como siempre, me permito el lujo de destacar fragementos que llaman mi atención)