Deberíamos aprender a ver que las personas están a nuestro lado tienen fecha de caducidad. Puede ser que permanezcan durante horas, días, años... y algunos estarán hasta el final.
Puede ser que esto nos ponga triste, y es normal. Pero nuestras vidas se componen de las experiencias que vivimos a raiíz de compartir momentos con estas personas, sea poco o mucho el tiempo que nos acompañen.
Sé que hay veces que de algunos pensamos "ojalá no le hubiese conocido nunca", y lloremos por haber perdido la ocasión de seguir al lado de otras. En ambos caso se ve que esas personas nos han marcado de cierto modo, con más o menos intensidad, pero habiendo pasado por nuestra vida han dejado huella en ella, y estoy convencida de que hemos aprendido de estas experiencias. Si no los hubiésemos conocido no seriamos tal cual somos. Si no se hubieran ido de nuestras vidas, tampoco.
No os pongáis tristes por esas personas que han decidido alejarnos de sus vidas. Sé que es duro, pero si no están es porque no deben estarlo, porque no tendría sentido seguir caminando a su lado, porque nuestros caminos son diferentes, y cada uno tenemos que seguir nuestro sendero, en el que encontraremos a otras personas que seguirán llenando nuestras vidas, de las que seguiremos aprendiendo, bien por sus actos buenos, o por escarmentar por sus actos no tan convenientes para nosotros. De todos ellos vamos a aprender, por muy insignificantes que puedan parecernos sus actos. De algunos aprenderemos qué hacer para seguir adelante, de otros aprenderemos que cosas no queremos en nuestras vidas, y otros hasta nos abrirán los ojos y nos ayuden a indagar dentro de nosotros para conocernos mejor y superarnos.
Así que si has pasado por mi vida, sea el tiempo que sea; si has pasado conmigo buenos o malos momentos; si me has hecho daño, o sentir la persona más feliz del mundo. Sólo puedo decirte GRACIAS, gracias por sumar algo en mi vida.