El lugar en el que un beso en la mejilla adquiere más significado que una noche pasional. Donde las noches duran menos que los suspiros. Y las sonrisas siempre están presentes. Allí donde mezclamos miles de idiomas. Aquel sitio donde las heridas no duelen, y las tecnologías no llegan. Donde nunca se sabe cuántos seremos para comer ni para dormir y las culturas se mezclan y disfrutan. Y los niños son capaces de hacer cualquier cosa sin peligro alguno. Donde lo escatológico adquiere hermosos nombres. Allí donde se aprende a compartir y cosas nuevas en cada instante. Donde las cosas más cotidianas se hacen de otra manera. Justo donde la naturaleza se siente en su totalidad. Y todos se juntan alrededor del fuego. Donde las guitarras tocan "La bamba". Donde los juegos no son solo para niños.
Allí donde fui feliz.
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