sábado, 23 de octubre de 2010

DE PORCELANA A BARRO, PASANDO POR HIELO

Ahora es cuando yo me vuelvo un ogro, reviento y grito contra todo ser viviente, y seguramente lo acabe pagando quien menos lo merezca. (Ya lo siento).
He gritado, he gritado mucho.
He gruñido cual perro rabioso.
He afilado las uñas y he rasgado dejando marcas profundas.
He marcado los Jueves como peor día de la semana.
Pero tras esa agresividad ha habido lloros,  muchos lloros, que para no salir a la luz se han convertido en esa cara sucia de la moneda, que tan despreciable me hace.
Por momentos me vuelvo ermitaña, no quiero saber nada de nadie, y ante cualquier posible ataque (que rara vez lo es) muerdo y ladro sin parar, arrasando con todo lo que se cruce por mi camino.
¿Que te disgusta esta parte de mi? Seguramente. No me extraña. Pero espero que no me la tengas mucho en cuenta, aunque si lo haces lo entenderé, la verdad es que me lo merezco.
Ojala todo fuese más fácil, que no me hiciese falta la gente para nada, que realmente no me importase nadie.
Por otro lado la porcelana que me formaba se ha ido convirtiendo en rudo barro, y si al tocaros os mancho, me hubiese gustado que simplemente os limpiaseis y no miraseis la mancha con tanto desprecio.

1 comentario:

Marina dijo...

que le pasa a mii boyo ? =(
Un beso grande :) tequiero
A mi me gusta el barro ;)